Mantén los paneles limpios: el polvo o las hojas pueden reducir su eficiencia.
Monitorea tu consumo: usa aplicaciones o portales que te muestren la energía generada.
Evita sombras: revisa que no haya árboles o estructuras bloqueando la luz solar.
Revisa conexiones una vez al año: pequeñas fallas pueden afectar el rendimiento.
Ajusta tus hábitos: usa los electrodomésticos de mayor consumo durante las horas de mayor sol.
Con estas prácticas simples, podrás extender la vida útil de tus paneles y maximizar tu ahorro.


